Dicen que hay una primera vez para todo y el pasado fin de semana hice una pequeña excursión al condado de Northamptonshire para probar una experiencia nueva: ver una carrera de Fórmula 1 en directo. Debo admitir que desde los buenos tiempos de Alonso no he vuelto a interesarme por la Fórmula 1 hasta hace alrededor de un año. La culpa la tiene mi compañero de viajes, un amante de este deporte y, además, empleado feliz de una de las principales escuderías.

Ha sido un fin de semana bastante intenso, de bastante calor, algo de lluvia, de mucho comer, poco dormir y emociones nuevas. Aquí va un pequeño resumen de la experiencia:

Primeras impresiones

La Fórmula 1 siempre me ha parecido un mundo de millonarios y una pasarela de famosos. Es verdad hasta cierto punto, pero había muchos más asistentes como tú y como yo de lo que esperaba. También es verdad que yo iba sin ningún tipo de asiento asignado, por lo que había poca posibilidad de juntarse con los grupos de gente con camisa blanca o azul clarito que disfrutaban de la carrera en cómodos balcones bebiendo cócteles.

Me sorprendió bastante encontrar a gente de todas las edades y muchas familias con niños pequeños. El ambiente no puede ser más diferente con respecto al que encuentras en partidos de fútbol, donde siempre hay gente que ha bebido más de la cuenta. En Silverstone tenía la sensación de estar en un espacio tranquilo (a pesar de que el domingo hubo más de 135.000 personas, que se dice pronto) y me pareció un buen sitio para llevar niños. Disfrutan de lo lindo viendo la carrera y pueden entretenerse con diversas atracciones y juegos.

Sábado

El primer día lo utilizamos para familiarizarnos con el circuito y buscar un buen sitio desde el que ver la carrera del domingo. Dimos la vuelta completa al circuito andando, parando en diversos puntos para ver las cualificaciones de Fórmula 1, GP3, GP2 y una carrera de coches Porsche, descansar, comer y tomar el sol. En este país no tenemos muchas oportunidades de tomar el sol, así que hay que aprovechar cuando sale.

Domingo

Tras pasar el sábado buscando el mejor sitio para ver la carrera el domingo no queríamos quedarnos sin sitio en la zona de Luffield (justo a la entrada), así que tuvimos que levantarnos a las cuatro de la mañana para estar allí cuando abrieran las puertas a las seis. El sitio que elegimos se llenó en cuestión de segundos. Mereció la pena el madrugón.

¿Y qué hicimos desde la seis hasta la una que empezaba la carrera? Pues hubo actividades desde las ocho y media, por lo que tampoco tuvimos que esperar demasiado. Menos mal. Comenzaron con retransmisiones por radio y televisión, seguidas de las carreras de GP3 y GP2 (son campeonatos de coches del estilo de Fórmula 1, pero con mucho menos presupuesto y pilotos jóvenes. Normalmente los reclutan para Fórmula 1 desde GP2, o desde GP3 si son buenísimos y les echan el ojo).

Después le tocó el turno al campeonato de los Porsche, que es bastante más emocionante, ya que suele haber choques y salidas de pista con frecuencia, como fue el caso. Los espectadores que estaban aún medio dormidos comenzaron a despertarse de verdad con una espectacular salida de pista. Tres ayudantes salieron corriendo a empujar el coche de nuevo dentro del circuito y uno de ellos protagonizó una torpe caída que hizo reír a toda la curva.

A los coches le siguieron dos espectáculos aéreos de la RAF (Royal Air Force), uno de paracaidistas y otro de aviones militares de combate Typhoon, que realizaban maniobras increíbles con un ruido ensordecedor.

Después llegó el «momento Reyes Magos». Todos los pilotos de Fórmula 1 se subieron a la parte trasera de un camión que los paseó por todo el circuito para saludar a los aficionados en plan cabalgata.

Para la una ya nos habíamos comido prácticamente todo lo que llevábamos, así que nos centramos en disfrutar de la carrera, donde hubo de todo: sol, lluvia, retiradas, adelantamientos, la habitual victoria de Hamilton y los sorprendentes (y ansiados) primeros puntos de Alonso esta temporada.

Si tienes cierto interés por la Fórmula 1 pero nunca has ido a un circuito te aconsejo que te animes. Es una experiencia distinta a lo que esperas y, en mi caso, muy positiva. Definitivamente volveré el año que viene.

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